miércoles, 2 de marzo de 2011

Lluvia ingrávida

Me ha ido por poco para no poder publicar la entrada anterior. Amigos, habemus Primavera. Según las crónicas de los compañeros que van a la nieve, ésta ya no es tan buena y lo que es más, ¡han quitado los Rosconces de Reyes del super! (Seh, las evidencias que os expongo son tan convincentes y contrastadas, que ya podría ser periodista en Intereconomía)

Si no llega a ser por esto... el cambio aún es nimio. Salir a la calle hoy ha sido como estar en un plató de Matrix. No era niebla, no llovía, la lluvia ingrávida acechaba.
Y hasta aquí la entrada, el resto son una ristra de enlaces (más interesantes que la entrada en sí -pensaréis "eso no debe ser muy difícil"- y por ello recomendables).
Elena Kalis sabe de lo que hablo, aunque su primavera me resulta inquietantemente parecida a su invierno. Lo que me lleva a la conclusión de que la susodicha vive por aquí cerca.

P.D.:
1. Buscar en Google (grande y poderoso) "lluvia ingrávida" es lo más cerca que he estado de la poesía en años. Salen muchas. Bueno, en años es decir mucho, con la excusa del centenario de Miguel Hernández me dejé caer por una conferencia de éste, expuesta por Jorge Urrutia desde la perspectiva de la teoría pichoniana (pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana pichoniana - No creo que deje de repetir esta palabra en mucho tiempo)

2. Rectifico, no es una perspectiva pichoniana, se basa en la teoría de Goffman. Goffmaniano no me mola tanto como pichoniano.

3. Buscando imágenes para el enlace de Intereconomía, me encontré con este blog. Curioso.