El fantasma de las navidades pasadas

Después de una gran pausa y tras el doble de amenazas vía mail, cartas y personajes extraños, algún día tenía que volver a dejar algo por aquí, y aquí estamos, porque además de eso está que es fecha de exámenes y todo entretenimiento es bien recibido, o al menos esto será para cualquier estudiante que se precie.

¿Qué es de la Navidad en Alemania sin un mercado de Navidad que se precie?
"Eso no es lo importante, lo importante es el amor y estar con tus seres queridos, regalar presentes con significado emocional son el fin de estas fiestas y no la Nintendo Wii o un viaje a Nueva Zelanda, aprender a perdonar al cani que te tiró en estos días fríos un petardo en la oreja mientras buscabas el aguinaldo... Eso... ¡Eso es la Navidad!"

El tipo que dijo esto acabó, según mis fuentes, secuestrado por agentes asociados de El Corte Inglés, la Fnac, Carrefour y varios centros de ventas más. ¿Por dónde íbamos? Sí, el mercado de Navidad es el centro de estas fiestas aquí. Os lo muestro en un vídeo que me he abstenido de traducir por la de incoherencias absurdas en alemán que, gracias a Eru, pocas personas podrán entender (aunque esas personas ya se encargarán de decir "He visto EL vídeo" o "Ich habe DAS Video gesehen" -inroducir risas germanoespañolas malignas-).



Hala, qué suerte, éste NO es el vídeo, que creía que era de despiporre y jolgorio provocado por inyección en vena de Gluhwein (dícese de la bebida servida muy caliente a base de vino, especias y helada polar en la calle), éste es el tranquilo. Muchas luces y todo en calma y bonito ¿eh? Pues en Halle, una ciudad eterna rival de Magdeburgo, donde hay una fábrica de chocolate sobre la cual debería escribir algo (Hay tiempo, los exámenes no se acaban hasta marzo), no les gusta demasiado Santa Claus, es más, exhiben su cadáver inerte en público, ahí empala'o por la frente, con un poco de suerte la columna vertebral no sostiene todo el peso, se rompe; la piel, tendones y músculos se desgarran y le cae el muerto a un inocente niño que sólo quería tomar una Quarkball (no, no tiene que ver con el Quiditch)...

Porque son unos cachondos ¡¡!!, utilizan al muerto para hacer publicidad de Quarkbällchen, unos dulces que tienen un sabor parecido a churros, van igual de fritos, pero son como bolas de 10cm de diámetro.

Bueno, creo que de momento vuestras mentes han tenido suficiente diarrea verbal por entrada, así que dejo el honor de cierre al señor Otto von Guericke y la noria desde la que gravé el vídeo.